Kenneth. Cumple 13 años en un mes. Llegó a mi como un regalo de graduación y me enamoré de él, hacia unos meses que mi otro perro, ya grande, había muerto, así que Kenneth fue mi nuevo compañero.
Emma. Hace 5 años la adoptamos de un albergue, yo quería compañía para Ken y un amigo que rescata animales llevaba rato diciéndome que adoptara uno, así que en septiembre del 2002 fue el momento fui a ver a un perro chiquito que había sido operado pero no me gustó mucho, Kenny es un maltés combinado con algo, así que le pedí que si tenía a un perro parecido. La veterinaria me contestó que había una hembra muy asustada que no se iba con nadie, cuando salió Emma me fascinó y yo a ella, se dejó venir a mis brazos, después se la di a la veterinaria y regresé unas horas después con Kenny y mi pareja para ver como fluían las cosas, ellos la aceptaron y me dí a la tarea de hablarle a quien la rescató para hacer el trámite de adopción, vinieron a la casa con Emma, conocieron el lugar, nos conocieron a los tres y Emma se quedó. Emma tan tímida se volvió una perra super agresiva y territorial, no toleraba que la acariciaran, ni la cercanía, creo que la lastimaron mucho, así que me dí a la tarea de investigar sobre animales maltratados y ocho meses después dejó de repartir mordidas a quien fuera, no es muy sociable pero una vez que le cae bien alguien es muy cariñosa.
Maggie llegó a la casa hace 8 meses, íbamos al veterinario cuando salió de entre un montón de cajas y basura una pequeña chiquitita, asustadísima que no sabía ni para donde ir, con una carita de ayúdame, no pude más que llorar y llorar, mi pareja la agarró y la llevó al veterinario, Maggie pasó 4 días en el hospital, no había tomado agua ni comido por días, pero para hacer corta la historia una vez recuperada la adoptamos, increíblemente se parece a los demás, Maggie tiene como un año, en aquel entonces tenía meses, cuando la trajimos nos daba miedo por Emma que es muy celosa y si, pasamos una hora de tensión donde Emma no la dejaba ni moverse sin gruñir e intentó morderla dos veces a lo que me puse histérica, pero pasando eso Emma se fue a echar a su cama y Maggie fue tras ella y se le acurrucó y ya desde entonces ha sido bienvenida.
Qué observé:
Los animales son más interesantes de lo que mucha gente piensa. He estado observando a mis perros en distintas ocasiones y actividades para ver su interacción, por ejemplo a la hora de comer tienen espacios jerárquicos definidos: casi siempre come primero Maggie que es la más chica mientras Emma la cuida y Kenneth hace cola, cuando ella termina Emma se sienta a comer y Kenny simplemente la observa, se sienta a observarla para ver cuando termina y comer él, interesante porque el mismo orden tienen a la hora de bajar del elevador (yo vivo en un departamento), aunque salen rápido, el último en salir es el macho, él más grande. Cuando salimos a pasear cada uno tiene sus ritos, Kenneth hace pipí muy seguido, además de ser lento, le gusta oler, darse su tiempo, lo cual es un poco desesperante, esto no es por la edad, él siempre ha sido así y aunque me desespera su disfrute y lentitud me pone en contacto con que yo a veces no me doy el tiempo de disfrutar cosas de la vida simples como oler unas flores, disfrutar la calle y a través de él me recuerdo a mi misma que vale la pena hacerlo, quizá no cada árbol, pero si de vez en vez. Emma es otra cosa ella camina firme, a lo suyo, casi siempre va alerta para protegernos a todos, ella no es confiada como Kenny, es más bien defensiva y le llevó tiempo dejar de tirar mordidas a cuanta persona pasara cerca, ahora sólo se pone brava cuando alguien propositivamente se dirige a nosotros, sin embargo, ella levanta todo tipo de papeles y porquerías de la calle, lo que hace que esté al pendiente de su hocico, ahora cuando le grito a tiempo que escupa lo que agarró, sobre todo papeles, lo hace, pero si fue un hueso o algo de comida se lo pasa, es muy probable que comiendo servilletas con grasa y huesos haya sobrevivido en la calle. Maggie casi siempre camina delante, es veloz y desesperada, imita mucho a Emma ladrando pero es muy tímida con los ruidos y en la noche con las luces se apanica y hay que cargarla para tranquilízarla, eso lleva a que sino se siente segura le cueste trabajo hacer del baño aunque tenga ganas. Yo creo que su timidez la salvo de ser atropellada porque su miedo la mantuvo refugiada, ahora trato de darle confianza porque vivir en la ciudad implica ruido de camiones y coches, claxones, etc. Gracias a eso me ha llevado a buscar pequeños espacios más tranquilos para que ella se concentre y se estrese menos. Lo interesante es que siendo tan distintos y con ritmos tan diferentes se saben esperar unos a otros y se tienen paciencia, esto me lleva a pensar que los perros sí conocen el concepto de familia, unión y protección, inclusive a mi pareja y a mi nos esperan cuando es necesario.