Ayer descubrí dos extrañas coincidencias que ninguna fue planeada en lo más mínimo.
La primera es que mis tres perros tienen nombres en los que a la hora de escribirse se repite una consonante al igual que mi nombre:
Rinna: Kenneth, Emma y Maggie.
La segunda se refiere a que el nombre del perro que sigue empieza con la segunda letra del perro que lo antecede.
Kenneth es el primero, la segunda letra es "e" y Emma es la que le sigue, la segunda letra de Emma es "m" y vino Maggie.
¡¡Que tal!!
1 comentario:
¡Qué bonito análisis!
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